La proximidad del invierno, con sus temperaturas más bajas y menor luminosidad, sumado a las restricciones sanitarias que se mantienen en la mayoría de los lugares, hace más prolongados los tiempos al interior de los hogares. Y brinda una oportunidad para explorar formas de ocio no digital a través del juego.

 

El juego es fundamental para los seres humanos en los distintos momentos de su desarrollo. Ayuda al despliegue habilidades comunicativas; a compartir y vincularse con otros de forma más empática; a desarrollar la imaginación, la creatividad, la reflexión y el sentido analítico, de una manera lúdica.

 

Y si hablamos de ocio no digital y juegos, surgen los juegos de mesa como un universo repleto de constelaciones, dependiendo de los intereses, habilidades, cantidad de jugadores, edad o nivel de dificultad, temas…

 

Beneficios de contar con juegos de mesa en casa

 

Hace un buen tiempo que los juegos de mesa dejaron de asociarse exclusivamente a un entretenimiento para la infancia. Hoy se utilizan para compartir de forma intergeneracional con familia, amigos e incluso en espacios de enseñanza.

 

Divertirse, aprender de forma natural, descubrir habilidades y darse tiempo para detenerse y compartir son algunos de los beneficios de contar con juegos de mesa en casa.

 

En el caso de niños y niñas, los juegos de mesa colaboran en procesos de intercambio social con pares y adultos, colaborando en el desarrollo de aspectos comunicativos, emocionales, mentales, sensoriales y motores.

 

Los beneficios de los juegos de mesa también pueden aplicarse a jóvenes y adultos. Hay experiencias de uso en contextos profesionales y universitarios. Por ejemplo, algunos juegos de mesa han sido efectivos en la comprensión de conceptos clave en la enseñanza universitaria del diseño y la producción de videojuegos.

 

Sin embargo, no es necesario estudiar diseño de videojuegos para ver los beneficios de los juegos de mesa. En casa, adultos y jóvenes pueden encontrar en los juegos de mesa un espacio de encuentro diferente al reunirse con familia y amigos.

 

Si jugar ya es una actividad que genera relajo y buen humor, imagina cuando se hace junto a otra persona o un grupo. La sensación de bienestar se amplifica, estrechamos vínculos, compartimos logros y frustraciones de forma equitativa.

 

Creamos nuevas experiencias y recuerdos que fortalecen nuestras relaciones. Por todo esto, no es extraño que muchas personas vayan construyendo, de forma similar que pasa con los libros, una ludoteca o colección permanente de juegos de mesa en casa.

 

3 entretenidos juegos para comenzar una colección

 

1. Onitama: Un juego abstracto ideal para dos jugadores. Similar al ajedrez, cada jugador comienza con cinco peones, donde el principal se ubica en el medio. La idea es capturar al peón principal del otro jugador. Los movimientos no son fijos, se desarrollan a partir de cartas.

 

2. Chocolatext: Original juego de palabras comestibles, para dos jugadores. Cada jugador se desafía para armar palabras relacionadas a una categoría. Pero no solo debe armarlas, sino también recordarlas, para finalmente decirlas al final de la partida.

 Si lo logra, gana un punto y una letra de chocolate. Gana quien después de siete rondas haya obtenido más puntos. El premio: comer la última letra.

 Un juego contiene suficientes letras de chocolate para jugar hasta cuatro veces.

 

3. Azul: Juego familiar con enfoque en la abstracción decorativa, fácil de aprender y entretenido. Está diseñado para 2 a 4 jugadores, a partir de los 8 años. Compiten todos contra todos.

Cada jugador debe decorar su tablero con las fichas de colores o azulejos y obtiene puntos según cómo hayan colocado sus fichas para decorar el palacio. Se logran puntos extra por patrones específicos y conjuntos completos. Los suministros desperdiciados dañan la puntuación del jugador. Gana quien logra más puntos al final del juego.

 

Anímate y entra al universo de los juegos de mesa. Encontrarás diversión, aprendizajes, misterios y novedosas formas de quebrar las largas rutinas semanales de trabajo o estudio.

 

Vive experiencias placenteras junto a quienes desees, sin importar la edad o los intereses. Solo se necesita el deseo por experimentar y pasar tiempo de calidad en contacto con otras personas.

 

Descubre cuáles son tus preferencias y las de tu grupo de amigos y conviértete en un anfitrión insuperable.